Tomo I, Sección V
Los hombres no saben y no han aprendido a distinguir las diferentes partes de su ser; porque ellos usualmente las categorizan como parte de la mente, ya que las conocen o las sienten a través de las percepciones mentales y el entendimiento; y por lo tanto no entienden sus propios estados y acciones, o si los entienden es solamente en su superficie. Es parte de los cimientos del yoga el llegar a ser consciente de la gran complejidad de nuestra naturaleza, mirar las diferentes fuerzas que la mueven y obtener sobre ella (la naturaleza) un control de conocimiento directo. Nosotros estamos compuestos de muchas partes, cada una de las cuales contribuye algo al total movimiento de nuestra consciencia, nuestro pensamiento, voluntad, sensación, sentimientos y acción, pero nosotros no vemos el origen del curso de esos impulsos; nosotros estamos conscientes solamente de sus resultados superficiales confusos y desorganizados, sobre los cuales, nosotros no podemos imponer nada mejor que un orden cambiante y precario.
El remedio puede solamente llegar de las partes del ser que ya se han iluminado. Llamar a lo alto la Luz de la Consciencia Divina, traer al frente el ser psíquico y encender la llama de la aspiración la cual despertará la espiritualidad en la mente exterior y quemará en el fuego el ser vital, es la forma de escape.
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Cada parte del ser tiene su propia naturaleza e inclusive diferentes naturalezas contenidas en la misma parte.
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La consciencia no es, en mi experiencia, un fenómeno dependiente de las reacciones de la personalidad a las fuerzas de la Naturaleza y tampoco es un fenómeno que no valga la pena darle un vistazo e interpretar sus reacciones. Si eso fuera así, entonces cuando la personalidad llega a ser silente e inmóvil y no tiene reacciones, como sería una acción que no vea y no interprete, no habría consciencia. Eso contradice algunas de las experiencias fundamentales del yoga, ejemplo: una consciencia silente e inmóvil esparcida infinitamente, sin depender de la personalidad sino impersonal y universal, sin ver y sin interpretar los contactos, sino estática, consciente de si misma; sin depender en las reacciones sino persistente en ella misma inclusive cuando no hay reacción. La personalidad subjetiva en si misma es solamente una formación de consciencia, que es un poder inherente no en la actividad de la personalidad manifestada temporalmente, sino en el ser, el Yo o Purusha.
La consciencia es una realidad inherente de la existencia. Está ahí inclusive cuando no está activa en la superficie, sino silente e inmóvil; está ahí inclusive cuando es invisible en la superficie, y no reacciona a las cosas o es insensible a ellas, sino que está retirada sin estar activa ni pasiva en su retiro; está ahí inclusive cuando nos parece que está completamente ausente y el ser a nuestra vista luce inconsciente e inanimado.
La consciencia no es solamente el poder consciente o sabedor del yo y las cosas, ella es o tiene también una energía dinámica y creativa. Ella puede determinar sus propias reacciones o abstenerse de reaccionar; ella puede no solamente responder a las fuerzas, sino crearlas de ella misma, la Consciencia es Chit [consciencia] pero también es Chit Shakti [consciencia fuerza, la divina Energía, la Madre].
La consciencia usualmente es identificada con la mente, pero la consciencia mental es solamente la dimensión o el alcance humano el cual no sobrepasa mucho más que todos los posibles alcances de consciencia de la vista y el oído humanos con todas sus gradaciones de color o de sonido– porque hay muchas cosas más altas o superiores y más bajas o inferiores en gradación en la escala de los colores y los sonidos, que son invisibles e inaudibles para el hombre. De manera que, hay alcances (dimensiones) de consciencia más altos (superiores) y más bajos (inferiores) que el alcance humano, con los cuales, el ser humano normal no tiene contacto y le parecen inconscientes, – los alcances supramental, supremo mental y submental.
Cuando Yajnavalkya [un Rishi o buscador famoso que figuró prominentemente en el Brhadaranyaka Upanishad] dice que no hay consciencia en el estado de Brahman, el está hablando de consciencia como el ser humano la conoce. El estado de Brahman es ese de la existencia suprema, supremamente consciente de él mismo, svayamprakãsa [existencia suprema, supremamente consciente de ella misma; conocimiento directo o esencial], – es Sachchidananda, el Deleite Consciencia Existencia. Aun cuando se habla de ella como más allá de Eso, parãtparam, eso no quiere decir que es un estado de No- Existencia o No - Consciencia, sino que es un estado incluso más allá del substrato supremo [highest] espiritual (el "fundamento o base de lo alto" en la luminosa paradoja del Rig Veda) de la existencia y la consciencia cósmica. Como es evidente en la descripción del Tao Chino y el Shunya Budista, eso es la Nada en donde todo es, por lo tanto también ahí está la negación de la consciencia. El superconsciente y el subconsciente son solamente términos relativos; a medida que nosotros nos levantamos en la superconsciencia, nosotros vemos que es una consciencia mucho mayor de la más grande que nosotros tenemos y por lo tanto inaccesible para nosotros en nuestro estado normal, si podemos descender al subconsciente, encontramos que hay una consciencia que no es nuestra en su límite mental más bajo y por lo tanto comúnmente inaccesible para nosotros. El Inconsciente mismo es solamente un estado de consciencia involucrado, el que al igual que el Tao o el Shunya, aunque en forma diferente, contiene todas las cosas reprimidas en él, de manera que bajo la presión de lo alto o del interior todo puede evolucionar fuera de él – "un alma inerte con una Fuerza sonámbula."
Las gradaciones de consciencia son estados universales que no dependen del punto de vista de la personalidad subjetiva; más bien, el punto de vista de la personalidad subjetiva es determinado por el grado de consciencia en la que ella está organizada de acuerdo con el tipo de su naturaleza o su estado evolutivo.
Es evidente que por consciencia entendemos algo que es esencialmente lo mismo en todas partes, pero variable en su estado, condición y operación, en los cuales en algunas gradaciones o condiciones, las actividades que llamamos conscientes, pueden existir en un estado reprimido / suspendido o no organizado, u organizado en un estado diferente; mientras que en otros estados, algunas otras actividades que en nosotros están reprimidas, sin organizarse o latentes, pueden manifestarse, o de otro modo manifestarse menos perfectas o menos intensas o menos extendidas o poderosas que las de aquellas gradaciones por encima de nuestro límite mental superior.
Todo depende de donde la consciencia misma se sitúe y se concentre. Si ella misma se sitúa o se concentra en el ego, usted está identificado con el ego – si es en la mente, usted se identifica con la mente y sus actividades y así sucesivamente. Si la consciencia pone su fuerza en el exterior, se dice que ella vive en el ser externo, no llegando a ser consciente de su mente interna, sus partes vitales y su más recóndita psiquis; si ella va hacia el interior y centraliza su fuerza allí, entonces ella se conoce a si como un ser interno, o si se interna todavía más profundo, se conocerá como el ser psíquico; si ella asciende fuera de su cuerpo a los planos donde el yo es naturalmente consciente de su amplitud y su libertad, ella misma se conoce como el Yo y no como la mente, la vida o el cuerpo. Es la fuerza de consciencia la que hace la diferencia. Ese es el porque uno tiene que concentrar la consciencia en el corazón o la mente de manera que podamos ir hacia el interior o hacia lo alto. Es la disposición de la consciencia la que lo determina todo, ella lo hace a uno predominantemente mental, vital, físico o psíquico, limitado o libre, separado en Purusha o involucrado en Prakriti.
La consciencia no tiene necesidad de un "yo" individual lúcido y claro para disponer variadamente la fuerza centralizada – donde quiera que la fuerza es puesta, el "yo" se ata el mismo a eso, de manera que uno piensa de uno mismo como un ser mental o un ser físico o lo que sea que eso pueda ser. La consciencia en mi puede disponer su fuerza de una forma u otra – ella puede descender en lo físico y trabajar allí en la naturaleza física guardando todo el resto escondido detrás o en lo alto por un tiempo, o puede ascender al nivel de arriba de la cabeza y estar allí sobre la mente, la vida y el cuerpo, mirándolos como formas instrumentales inferiores de ella misma o no mirándolos del todo, fusionarse en el Yo libre e indiferente, o ella puede arrojarse en la consciencia cósmica dinámica activa e identificarse con eso, o puede hacer un número de otras cosas sin acudir a la ayuda de este intruso de valor muy exagerado que vuela sobre ruedas y que usted le llama el "Yo" lúcido y claro. El "YO" real – si usted quiere usar esa palabra – no es un "individuo lúcido y claro," esto es, un ego separatista, limitado y limpio; el "YO" real es amplio como el universo y más amplio aun, y puede contener el universo en él mismo, pero ese no es el Ahankar, "el es el Atman.
La consciencia es una cosa fundamental, la cosa fundamental en la existencia – es la energía, el movimiento, el movimiento de consciencia que crea el universo y todo lo que está en él – no solamente el macrocosmo sino el microcosmo no es nada más que la consciencia arreglándose / distribuyéndose/ preparándose ella misma. Por ejemplo, cuando la consciencia en sus movimientos o mejor dicho, en cierta fuerza de sus movimientos, se olvida de si misma en la acción, ella llegar a ser aparentemente una energía "inconsciente"; cuando ella se olvida de si misma en la forma, ella llega a ser el electrón, el átomo, el objeto material. En realidad ella todavía es la consciencia que trabaja en la energía y determina la forma y la evolución de la forma. Cuando ella quiere liberarse a si misma, despacio, evolucionando fuera de la Materia, pero todavía en la forma, ella emerge como la vida, como el animal, como el hombre, y ella puede ir evolucionando en si misma mucho más allá fuera de su involución y llegar a ser algo más que un simple hombre. Si usted puede asimilar eso, entonces no debe haber dificultad en ver más adelante que ella puede subjetivamente formularse a si misma como la consciencia física, vital, mental y psíquica – todas estas están presente en el hombre, pero como ellas están todas mezcladas en la consciencia externa con su estado real escondido detrás del ser interno, uno puede solamente llegar a ser completamente consciente de ellas, liberando la fuerza original limitada de la consciencia que nos hace vivir en nuestro ser externo, llegando a ser consciente y centralizado en el ser interno. En el momento en que la consciencia en nosotros, por su fuerza o concentración externa, haya puesto todas esas cosas atrás – atrás de la pared o del velo, pues ella tiene que romperlos y obtener de nuevo su fuerza en esas partes internas de la existencia – eso, es lo que llamamos vivir internamente; entonces nuestro ser externo nos parece algo pequeño y superficial, nosotros somos o podemos ser conscientes de un reino interno inmenso, rico e inextinguible. Y también la consciencia en nosotros ha descorrido la cubierta o la tapa o como quiera que a uno le guste llamarlo, entre los planos inferiores de la mente, la vida y el cuerpo sostenido por la psiquis, y su planos superiores que contienen los dominios espirituales, donde el yo es libre e ilimitado siempre, y él puede romper o abrir la tapa o cubierta y ascender allí, llegando a ser el YO libre, extenso y luminoso o de otra forma hacer descender la influencia, la reflexión y finalmente la presencia y el poder de la consciencia superior en la naturaleza inferior.
Ahora bien, eso es lo que es la consciencia – ella no está compuesta de partes, ella es fundamental; el ser y ella misma formula cualquier parte que ella escoja para manifestarla – desarrollándola desde arriba hacia abajo en un descenso progresivo de niveles espirituales hacia la involución en la Materia, o formulándola en un trabajo ascendente, en la parte que podemos observar, y que nosotros llamamos evolución. Si ella escoge trabajar en usted a través del sentido del ego, usted piensa que es el "yo" individual evidente, el que lo hace todo – si ella misma comienza a liberarse de los trabajos limitados, usted comienza a expandir su sentido del "yo" hasta que ese sentido brota hacia el infinito y desaparece o usted se desprende de él y florece en la vastedad espiritual. Por supuesto, esto no es lo que el pensamiento materialista moderno dice que es la consciencia, porque ese pensamiento está gobernado por la ciencia, y ve la consciencia solamente como un fenómeno que emerge de la Materia inconsciente y que consiste de ciertas reacciones de los sistemas a las cosas exteriores.
Pero ese es el fenómeno de la consciencia, no es la consciencia misma, es solamente una pequeña parte del posible fenómeno de consciencia y no puede dar ningún indicio de Consciencia de Realidad que es la mera esencia de la existencia.
Eso es todo por el momento. Usted tendrá que ajustarse por sí mismo a eso – porque eso es fundamental – antes que eso pueda ser útil para continuar más adelante.