Tomo I, Sección V
El Muladar es el centro exacto de la consciencia física, y todo lo que está debajo en el cuerpo es el físico denso, que a medida que va descendiendo llega a ser subconsciente en gran medida, pero el verdadero asiento del subconsciente está bajo el cuerpo, al igual que el verdadero asiento de la consciencia superior (superconsciente) está por encima del cuerpo. Al mismo tiempo el subconsciente puede ser sentido donde quiera, sentido como algo más abajo de los movimientos de la consciencia y, en cierta forma, ayudándola desde abajo o de otra forma atrayéndola hacia abajo hacia ella misma. El subconsciente es la ayuda principal de todos los movimientos habituales, especialmente los movimientos físicos y vitales inferiores. Cuando algo es expulsado del vital o del físico, es muy común que se hunda en el subconsciente y permanezca allí en receso o diríamos como semilla, para surgir otra vez cuando pueda. Esa es la razón por la cual es tan difícil desprenderse de los movimientos vitales habituales o cambiar el carácter; porque ayudado o renovado por esta fuente, preservados sus movimientos vitales en esta matriz, inclusive cuando están suprimidos o reprimidos, surgen y brotan de nuevo repitiéndose. La acción del subconsciente es irracional, mecánica y repetitiva. No escucha la razón o la voluntad mental. Solamente puede cambiar trayendo la Luz y la Fuerza superior en él.
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El subconsciente es la ayuda de la acción habitual – él puede ayudar tanto a los buenos hábitos como a los malos.
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La subconsciencia es la base evolutiva en nosotros, no es la totalidad de nuestra naturaleza escondida, ni es el origen completo de lo que somos. Pero las cosas pueden surgir del subconsciente tomando forma en las partes de la consciencia y en gran parte de nuestros instintos, movimientos, hábitos vitales y físicos; las formas del carácter tienen este origen.
Hay tres orígenes ocultos de nuestra acción – el superconsciente, el subliminal y el subconsciente, pero de ninguno de ellos estamos en control o inclusive consciente. De lo que estamos conscientes es del ser superficial que solamente es un arreglo instrumental. El origen de todo es la Naturaleza general – la Naturaleza universal individualizándose ella misma en cada persona; porque esta Naturaleza general deposita ciertos hábitos de movimiento, personalidad, carácter, facultades, disposiciones y tendencias en nosotros, y eso, aunque esté formado ahora o antes de nuestro nacimiento, es lo que usualmente llamamos nosotros mismos. Una gran cantidad de esto está en los movimientos habituales y se usan en nuestra partes conscientes superficiales, otra gran cantidad está escondida en los otros tres desconocidos que están por debajo o detrás de la superficie.
Pero lo que somos en la superficie es que somos puestos en una marcha constante, cambiados, desarrollados o repetidos por las olas de la Naturaleza en general que llega a nosotros directo o a través de varias agencias o canales. Algunos de estas olas se abalanzan directo en las partes de la consciencia actuando allí, pero nuestra mente ignora su origen, se apropia de ellas y los mira como propios; una parte llega secretamente al subconsciente o se hunde en él y espera por la oportunidad de alzarse en la superficie de la consciencia; una gran parte va al subliminal y puede surgir en cualquier momento – o puede que no, más bien puede descansar allí como algo sin uso. Parte pasa a través y es rechazada, regresada, expulsada o derramada en el océano universal. Nuestra naturaleza es una actividad constante de fuerzas (o más bien de una pequeña cantidad de ellas) que nos abastecen de lo que nosotros hacemos, hagamos o podamos hacer. Lo que hacemos luce fijo y formado por su bien, pero en realidad es todo un juego de fuerzas, un flujo, nada fijo o estable; la apariencia de estabilidad es por la constante repetición y recurrencia de las mismas vibraciones y formaciones. Por eso es que nuestra naturaleza puede ser cambiada a pesar de lo que dijo Vivekananda y del aforismo de Horacio y a pesar de la resistencia conservadora del subconsciente; pero es un trabajo difícil porque la modalidad magistral de la Naturaleza es la repetición obstinada y la recurrencia.
Y acerca las cosas de nuestra naturaleza que son expulsadas de nosotros por el rechazo y regresan, eso depende de donde usted las bota. Frecuentemente hay cierta clase de procedimiento acerca de eso. La mente rechaza sus mentalizaciones, el vital sus vitalizaciones, el físico sus físicalizaciones – estas normalmente regresa a su dominio correspondiente de Naturaleza general. Al principio todo queda ahí en la consciencia ambiental que llevamos con nosotros, con la que nos comunicamos con la Naturaleza exterior y de ahí, muchas veces regresan persistentemente – hasta que se rechacen absolutamente o se expulsen bien lejos, de forma que no puedan regresar más. Pero cuando, lo que la mente pensante y la voluntad rechaza es fuertemente ayudado por el vital, eso deja la mente definitivamente, pero se hunde en el vital, se enfurece allí y trata de subir otra vez y de volver a ocupar la mente y dominar o capturar nuestra aceptación mental. Cuando también el vital superior – el corazón o el vital mayor lo rechaza dinámicamente, eso se hunde de allí y se refugia en el vital inferior con su masa de movimientos pequeños en circulación que componen nuestras pequeñeces diarias. Cuando el vital inferior también lo rechaza él se hunde en la consciencia física y trata de perseverar allí hasta el fin por inercia o repetición mecánica. Rechazado inclusive de allí, eso va al subconsciente y surge en forma de sueños, en pasividad y en rigurosas tamas [oscuridad, (una de las tres gunas) la forma de la ignorancia y la inercia, la fuerza de la inconsciencia que se traduce en calidad, como incapacidad e inacción]. El Inconsciente es el último recurso de la Ignorancia.
Y acerca de las olas de la Naturaleza en general que recurren, es la tendencia natural de las fuerzas inferiores allí, tratar y perpetuar su acción en el individuo, reconstruir lo que ha destruido de sus depósitos en él; de forma que ellas regresan sobre él, frecuentemente con una fuerza acrecentada, inclusive cuando ellas encuentran que su influencia es rechazada, con una violencia extraordinaria. Pero ellas no pueden durar mucho una vez que la consciencia ambiental es despejada – a menos que los "Hostiles" tomen cartas en el asunto. Inclusive entonces ellos pueden definitivamente atacar, pero si el sadhak ha establecido su posición en su ser interno, ellos pueden solamente atacar y retirarse.
Es verdad que nosotros traemos – o preferiblemente traemos nuestras predisposiciones y tendencias de reacciones a la Naturaleza universal de las vidas pasadas. La herencia solamente afecta fuertemente al ser externo; además inclusive, todos los efectos de la herencia no son aceptados en él, solamente aquellos que están en consonancia con lo que nosotros tenemos que ser o que no lo previene por lo menos.
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Lo que él ha escrito acerca del subconsciente y la naturaleza exterior es verdad. Pero no se puede decir que el papel de las fuerzas subliminales no es importante, dado que de allí llegan toda clase de aspiraciones e ideales, luchando hacia un mejor yo y una mejor humanidad y sin los cuales el hombre sería solamente un animal pensante – como la mayor parte del arte, la poesía, la filosofía y la sed por el conocimiento que mitiga si todavía no se ha disipado la ignorancia.
El papel del superconsciente ha sido el evolucionar lentamente al hombre desde el medio animal mental hasta el hombre espiritual. Eso tampoco puede llamarse un papel insignificante.
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Acerca del subconsciente – es la base sub-mental del ser y está formado de impresiones, instintos y movimientos habituales que están almacenados allí. El guarda cualquier movimiento que se imprima / grabe en él. Si uno imprime / graba en él un movimiento correcto, él lo guardará y enviará eso. Por eso es que el subconsciente tiene que ser despejado de los movimientos viejos antes de que pueda haber un cambio total y permanente en la naturaleza. Cuando la consciencia superior es de una vez establecida en las partes despiertas, ella desciende en el subconsciente cambiándolo también, construyendo en si misma una base allí. Entonces ya no habrá ninguna posibilidad de problemas generados allí por él. Pero inclusive antes de eso uno puede minimizar los problemas depositando una voluntad y unos hábitos de reacciones correctos en las partes del subconsciente.
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El subconsciente es una cosa de hábitos y memorias y repite persistentemente o cuando él puede, reacciones, reflejos, y respuestas físicas, mentales y vitales viejas y suprimidas. Él debe ser entrenado por una insistencia de las partes superiores del ser todavía mucho más persistente, para que desista de sus respuestas viejas e incorpore las nuevas y verdaderas.
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Justo como uno puede concentrar el pensamiento en un objeto o la visión en un punto, también uno puede concentrar la voluntad en una parte o en un punto determinado del cuerpo y darle una orden allí a la consciencia. Esa orden alcanza el subconsciente.
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La mente humana al igual que la del animal vive en gran parte en las impresiones surgidas del subconsciente.
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Usted no se da cuenta que gran cantidad de la naturaleza común del ser vive en el subconsciente físico. Es allí que los movimientos habituales, mentales y vitales, están almacenados y de allí ellos surgen en la mente despierta. Expulsados de la consciencia superior, es en la caverna del Pánico que ellos se refugian. Imposibilitados de surgir libremente en el estado despierto, ellos llegan en forma de sueño cuando se está durmiendo. Es cuando ellos son despejados del subconsciente y su semilla destruida por la iluminación de esas capas escondidas, que ellos cesan de existir. De esa forma, a medida que su consciencia profundiza y la luz superior llega más profundamente en esas partes inferiores cubiertas, las cosas que ahora reaparecen o se repiten, desaparecerán.
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El otro día usted preguntó acerca de lo que era el subconsciente. En la visión que usted describe le fue enseñado el subconsciente universal en la representación de Patala, un lugar sin la luz de la consciencia y porque era universal, sin límites o final – la inconsciencia oscura infinita de la cual este universo material ha surgido – tapiado con oscuridad por todos los lados, parece también no tener fondo. La Luz viene de arriba de la consciencia superior y viene hacia abajo a través de la mente, el corazón y el vital, y el físico tiene que derramarla en este subconsciente e iluminarlo.
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Aquí Patala es evidentemente un nombre para el subconsciente – los seres allí "no tienen cabeza", diríamos, allí no hay consciencia mental; todos los hombres tienen un plano subconsciente en su propio ser y de ahí se levantan toda clase de instintos, impulsos, memorias, etc. (sin cabeza) irracionales e ignorantes, que tienen un efecto sobre sus actos y sentimientos sin detectar su origen real. Por la noche muchos sueños incoherentes vienen de este mundo o plano. El mundo de lo alto es el plano superconsciente del ser – por arriba de la consciencia humana – hay muchos mundo de esa clase; estos son mundos divinos.
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Los pozos oscuros del subconsciente son profundos y hasta que no estén completamente limpios es posible que todavía se viertan y broten algunos chorros de los antiguos orígenes.
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El subconsciente tiene muchos más miedos y temores en él que aquellos admitidos o reconocidos por la consciencia despierta.
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Todo con lo que nuestra consciencia se topa en la experiencia diaria es registrado en la memoria subconsciente y de allí puede ser levantado a la mente o venir por si mismo. Pero lo que nosotros llamamos memoria es cuando lo que se ha registrado es guardado en lo recóndito de la mente consciente y extraído a voluntad – eso es memoria consciente.
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Una memoria clara de palabras, imágenes y pensamientos es una acción de la mente consciente no de la inconsciente. Por supuesto la memoria está detrás, por decirlo así, en la parte de atrás de la mente, pero puede ser extraída. También la memoria puede estar perdida o desfigurada, de manera que uno recuerda erróneamente o lo olvida todo, pero todavía eso es una acción imperfecta de la mente consciente, no una acción del subconsciente. Lo que el subconsciente guarda es una masa de impresiones, no de imágenes claras o exactas, y esto puede surgir en sueños en una mezcla incoherente y distorsionada o de otra forma en el estado despierto como una recurrencia mecánica o repetición de las mismas sugerencias, impulsos (subconsciente vital) o sensaciones. Hay una diferencia reconocida entre los dos funcionamientos.
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