- Ensayos de
"diferentes autores" sobre la Meditación y la Concentración
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- La Meditación
- Ensayo #6
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- DESPERTANDO
EL CORAZÓN BONDADOSO
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- La Práctica de los Cuatro
Inconmensurables
- Por
la Venerable Monja Sangye
Khadro
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- Qué
todos los seres tengan la felicidad y sus causas
- Qué
todos los seres estén libres del sufrimiento y de sus causas
- Qué
ningún ser sea separado del gozo que no tiene aflicción
- Qué
todos los seres vivan en ecuanimidad, libres de preferencias, apego y
enojo.
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CÓMO DESARROLLAR UN CORAZÓN BONDADOSO
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- Introducción
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- ¿Quieres ser feliz? ¿Quisieras
tener una vida sana y satisfactoria? Esta no es una propaganda de un nuevo y
maravilloso producto para la salud sino un estímulo para que seamos más
bondadosos y amorosos.
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- Todos quieren ser felices
y tener buena salud, pero nadie se da cuenta que la bondad amorosa es un
ingrediente esencial para lograrlos. ¿El motivo? La bondad amorosa nos
libera del estar centrados en nosotros mismos y de nuestra importancia
personal, los que perturban nuestra paz mental. El egocentrismo es la causa
de problemas tales como el odio hacia los enemigos, la envidia por los
rivales y el apego aferrado a familiares y amigos. Si estas actitudes
mentales perturbadoras no son tratadas pueden conducir incluso a
enfermedades físicas. La bondad amorosa nos ayuda a superar estos problemas
y sienta las bases para tener buenas relaciones tanto con los amigos como
con los enemigos.
-
- Un corazón que es
bondadoso y amoroso valora más a las personas que a las cosas. En lugar de
estar buscando la felicidad solamente a través del trabajo, el
conocimiento, los bienes de consumo, el sexo, los viajes, los
entretenimientos o los deportes, dedicamos más energía de nuestras vidas a
las personas. Gastamos nuestro tiempo con ellas, escuchándolas cuando
quieren hablarnos y compartiendo con ellas nuestros propios pensamientos y
sentimientos. De esa manera nuestras relaciones se hacen más cercanas y
profundas. Por otro lado, sean cuales sean los títulos que tengamos, lo
ricos que seamos o lo que sea que hayamos subido en la escala social, no
podremos ser felices de verdad si no sabemos como dar y recibir amor.
-
- Uno podría decir, "sí,
sé todo eso, quiero ser bondadoso y amoroso pero es tan difícil".
Esto es cierto, el egoísmo, el enojo y otras emociones de este tipo surgen
tan fácilmente como corre el agua descendiendo por una colina. Pero ser una
buena persona resulta tan difícil como empujar una roca colina arriba.
Bueno ¿y quién dijo que esto tuviera que ser fácil?
-
- La bondad amorosa es difícil
pero no imposible. Podemos cambiarnos a nosotros mismos. Cuando joven yo no
sabía como entenderme con las demás personas. Era malgeniada, actuaba egoístamente
y sufría mucho porque tenía pocos amigos. Hubiera querido ser como mis
compañeras de colegio que eran alegres, amistosas y amables, pero parecía
que yo estaba condenada a ser intratable y a estar siempre quejándome.
-
- Más tarde descubrí el
Budismo el cual no sólo decía que debíamos ser amables, sino que también
enseñaba cómo llegar a serlo. Las enseñanzas de Buda dan a conocer un
rico arreglo de métodos (diferentes tipos de meditación, prácticas de
purificación y oraciones devocionales) los cuales pueden ser utilizados
para liberarnos de actitudes negativas como la ira y el egoísmo,
desarrollando a cambio, posturas positivas como son la bondad amorosa y la
compasión. Mi experiencia me ha demostrado que estos métodos son
efectivos. No es que mi ira o mi egoísmo hayan desaparecido del todo! Ellos
siguen apareciendo, pero con mucha menos frecuencia que antes y más a
menudo se manifiesta el buen corazón.
-
- Algunas personas nacen con
abundancia de buenas cualidades: son amables, pacíficas, respetuosas,
consideradas con las demás y se deleitan realizando buenas acciones. Ellas
son así porque en sus vidas anteriores se familiarizaron con estas
cualidades. En la actualidad todos tenemos muchas cualidades positivas pero
en algunos de nosotros no están tan desarrolladas. Esta es la razón por la
cual en el Budismo nos entrenamos en pensar y actuar de manera amable y
considerada. Entre más practiquemos ser buenas personas y ser de utilidad a
los otros con mayor naturalidad surgirán espontáneamente en nosotros estas
buenas cualidades. Es como aprender a tocar el piano, entre más practiques
mejor lo tocas.
-
- Una de las maneras más
efectivas para desarrollar un buen corazón es la contemplación de los
Cuatro Pensamientos Inconmensurables, a saber: el amor, la compasión, el
gozo compasivo y la ecuanimidad. Se les llaman "inconmensurables"
porque se extienden hacia todos los seres los cuales son incontables y
porque además, cuando los desarrollamos creamos una vasta energía positiva
purificando una cantidad inmensa de energía negativa. Son también llamados
los "Cuatro Estados Sublimes" porque al desarrollarlos en nuestras
mentes nos hacen similares a los sublimes Budas, a los Bodhisattvas y a los
Arhats que están por encima del apego y de la aversión. Los cuatro
pensamientos inconmensurables están expresados en la siguiente oración:
-
- Que
todos los seres tengan la felicidad y sus causas;
- Que
todos los seres estén libres del sufrimiento y de sus causas;
- Que
ningún ser sea separado del gozo que no tiene aflicción
- Que
todos los seres vivan en ecuanimidad, libres de preferencias, apego y enojo.
-
- Si recitamos despacio y
con sinceridad esta oración una o varias veces en el día y reflexionamos
sobre su significado, podremos desarrollar un corazón amable hacia todos
los seres. Vamos pues enseguida a mirar, qué significan cada uno de estos
Pensamientos Inconmensurables.
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- 1. EL AMOR INCONMENSURABLE
-
- Qué todos los seres
- tengan la felicidad
- y sus causas
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- ¿Cómo es que llegamos a
amar a otra persona? ¿Qué se requiere para que el amor surja en nuestro
corazón? No me estoy refiriendo a esa clase de amor en la cual caemos
cuando conocemos a una persona atractiva, simpática o sensual. Esa clase de
amor podría no llegar lejos ni durar por mucho tiempo, de hecho podría
desaparecer con el primer desacuerdo!
-
- La clase de amor que
supone el Amor Inconmensurable es el genuino sentimiento de cuidar y
respetar a los demás. Deseamos que ellos sean felices y que puedan obtener
todo lo necesario para que sus vidas sean saludables y plenas. También
puede ser llamado bondad amorosa.
-
- Son varios los factores
que hacen surgir dicho amor. Uno es darnos cuenta del papel importante que
las personas desempeñan en nuestras vidas. A manera de ejemplo, amamos a
nuestros padres porque nos dieron la vida y nos dieron el alimento, el
abrigo, el amor y la protección que nosotros necesitábamos. Ellos nos
consuelan cuando nos sentimos tristes o asustados y si estamos enfermos nos
brindan sus cuidados. También amamos a otros miembros de nuestra familia y
a nuestros amigos porque con ellos compartimos las alegrías y las tristezas
de la vida. Amamos a nuestros maestros porque de ellos aprendemos el
conocimiento y las habilidades para poder vivir y manejar los desafíos de
la vida.
-
- Pero, ¿amamos al chofer
del autobús que nos lleva todos los días al trabajo o al colegio? Ustedes
podrían decir que estoy bromeando, "no le conozco, él es un extraño!"
Pero recordemos que el amor es un sentimiento de ser amables y cuidar a los
otros. Amar a alguien no necesariamente implica tener una relación cercana.
Significa que esa persona nos importa, que apreciamos lo que ella hace por
nosotros y que le deseamos felicidad.
-
- Son muchas las personas
que contribuyen a nuestro bienestar sin que nosotros seamos conscientes de
ello. Si pensamos acerca de lo que han hecho por nosotros, podremos sentir
bondad amorosa hacia ellos. Por ejemplo, la comida y la bebida que
consumimos cada día nos llegan gracias al esfuerzo de los campesinos, de
los transportadores, de los trabajadores en las empresas y de quienes
laboran en las tiendas. Las casas, los colegios, las oficinas, los centros
comerciales y las carreteras fueron construidos por obreros. Son muchas las
personas que trabajan para proveernos de agua, luz eléctrica y servicios públicos.
Otros confeccionan nuestra ropa y hacen nuestros muebles, los libros, la música
y los cines que nos divierten, así como todos los aparatos que simplifican
nuestra vida. En síntesis, todo lo que tenemos, usamos o gozamos, llega a
nosotros por otras personas.
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- Otros seres nos son también
importantes desde el punto de vista de nuestro desarrollo espiritual. ¿Cómo
podemos practicar la ética (dejar de matar, robar, etc.) sin la existencia
de seres a quienes podríamos matar o robar? ¿Cómo cultivar la generosidad
si no hubiesen personas necesitadas? Incluso los enemigos son importantes
porque incitan nuestra ira dándonos así la oportunidad de trabajar la
paciencia, una de las más valiosas cualidades del sendero espiritual. Estas
ideas provienen de una meditación conocida como, "Recordando la Bondad
de los Demás" y ésta es uno de los mejores métodos para desarrollar
el amor inconmensurable.
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- Otro lugar que da lugar al
amor inconmensurable, es darnos cuenta que todos los seres son lo mismo, en
cuanto a que quieren la felicidad y no quieren el sufrimiento. Para esto
existe una meditación llamada "La igualdad de uno y los demás".
Uno piensa, "de la misma manera como yo quiero permanecer vivo y ser
feliz, igualmente todos los otros quieren lo mismo. Así como yo no deseo
tener dolor ni tener problemas, nadie tampoco quiere tenerlos". Este
pensamiento puede utilizarse para superar el miedo o la aversión hacia
personas que nos parecen extrañas o que se compartan mal. Nos ayuda a
comprender que en esencia, ellos son tal cual como somos nosotros.
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- Más aún, todo ser tiene
la naturaleza del Buda, el potencial para ser libre e iluminarse. Incluso
aquellos que no viven éticamente y hacen muchas acciones malas tienen una
naturaleza pura y buena y les llegará el día (tal vez luego de muchas
vidas) en que obtendrán la iluminación. Si podemos aceptar esas ideas y
las mantenemos presentes siempre que nos encontremos a otro ser viviente,
entonces en lugar de sentir, "tú eres diferente a mí" sentiremos
"tú eres como yo soy" y la bondad amorosa emergerá en forma
natural.
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- El amor también incluye
desear que todos tengan las causas de la felicidad. Esto significa que
deseamos que ellos cultiven actitudes sanas y positivas y un comportamiento
acorde. Si les damos dinero, comida y somos amables, éstos satisfarán sus
necesidades del momento, pero no asegurarán su felicidad futura. Una
persona podrá tener aquí y ahora, todo lo que necesita para ser feliz,
pero si no vive en forma ética y a cambio actúa haciéndose daño a sí
mismo y a los demás, lo que le esperará en el futuro será sufrimiento y
ausencia de felicidad. De allí que también necesitemos ayudar a las
personas para que creen las causas de la felicidad y eviten las causas del
sufrimiento.
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- El amor que desarrollamos
debe ser puro y libre de egoísmo, sin que esperemos nada a cambio. El amor
puro es similar al amor que una madre siente por su hijo. Cuando el niño es
joven la madre se siente feliz de poder ayudarle en todas sus necesidades
aun cuando el niño no pueda darle mucho a cambio. Por otro lado, si amamos
a las personas sólo mientras ellas son amables con nosotros, pero dejamos
de amarlas cuando dejamos de obtener lo que queremos, nuestro amor no será
puro sino que estará mezclado de apego y egoísmo. Este amor se llama
"amor condicionado" porque supone exigencias y expectativas. Entre
menos centrados estamos en nosotros mismos, más puro e incondicional será
nuestro amor.
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- El amor puro también
trasciende barreras. No está bien pensar, "amo a mis hijos pero no a
los otros niños" como tampoco, "amo a la gente de mi país pero
no a los de otros". No será bueno pensar, "soy un budista y por
consiguiente amo a los budistas mas no a los cristianos o a los
musulmanes" como tampoco, "seré amable con los humanos pero no
con los animales ni los insectos". Amar y ayudar sólo a los de nuestra
raza, religión, sexo o país es limitarnos. Si le negamos así sea a un
solo ser nuestro amor, este no se ha desarrollado del todo, no es
inconmensurable amor.
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- Nos puede preocupar que
tengamos suficiente amor para nuestra familia y amigos pero no tenerlo para
cada uno de los seres vivientes! Si trato de amarlos a todo quedaré
exhausto! Pero no es necesario que nos preocupemos al respecto. El amor es
una energía inagotable. Aprender a ser más amoroso es como descubrir en
nosotros una fuente inagotable: no importa cuanto amor demos siempre brotará
más. Son nuestro egoísmo y nuestras limitadas formas de pensar las que
constriñen el flujo del amor. En la medida en que los vayamos disminuyendo
nuestra habilidad para amar aumentará.
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- También debemos cuidarnos
y evitar la situación opuesta: desarrollar la bondad amorosa hacia todos
los seres y pasar por alto a los que tenemos cerca. A veces sucede que
tenemos una meditación muy calmada sobre el amor hacia todos los seres pero
tan pronto terminamos de meditar tratamos con rudeza a nuestros familiares,
amigos o colegas. Para desarrollar nuestra práctica del amor en forma
apropiada debemos comenzar con las personas con quienes vivimos y con
quienes compartimos diariamente. Gradualmente iremos extendiéndonos a otros
seres a lo largo y ancho del planeta, a seres de otros reinos y de galaxias
distantes!
-
- 2. LA COMPASION
INCONMENSURABLE
-
- Qué todos los seres
- estén libres del
sufrimiento
- y de sus causas
-
- La compasión y el amor
difieren levemente. El amor quiere que los otros seres sean felices mientras
que la compasión quiere que los demás no tengan dolor, ni problemas ni
desdicha. El amor proviene de apreciar la bondad de los otros o simplemente
de respetarlos como nuestros semejantes, mientras que la compasión proviene
de darnos cuenta de su sufrimiento. Las bases de nuestra compasión son
nuestras propias experiencias de sufrimiento. Sabemos qué es estar enfermo
o sentir dolor; estar solo o que hayan herido nuestros sentimientos con un
comentario duro; o también sentir temor a lo desconocido o estar en duelo
por la muerte de un ser amado. Cuando más tarde, nos enteramos que otras
personas están viviendo los mismo, se abre nuestro corazón con un
sentimiento de empatía y un deseo de ayudar. Esto es la compasión.
-
- Debemos establecer la
diferencia entre la compasión verdadera y la "compasión idiota".
A veces reaccionamos exageradamente en forma emocional al ver el
sufrimiento. Nos embargamos tanto que lloramos sin cesar, nos desmayamos o
nos horrorizamos y salimos corriendo. Nuestro corazón puede haber sido
tocado por la compasión, pero nuestras emociones están tan fuera de
nuestro control que no podemos hacer nada para ayudar. En otras ocasiones
podríamos hacer algo al respecto, pero dado que no tenemos una comprensión
correcta del problema o de la persona que lo está viviendo, nuestra
"ayuda" sólo empeora las cosas. Estos son ejemplos de la
"compasión idiota".
-
- La compasión verdadera
balancea la preocupación amorosa con la sabiduría clara. Esta sabiduría
nos permite permanecer en calma y pensar con claridad cuál es la mejor
forma de ayudar sin que seamos abrumados por nuestras emociones. Por
ejemplo, si de repente se enferma algún familiar o tiene un accidente,
necesitamos actuar rápidamente y con objetividad para poder aliviar su
sufrimiento, sin que caigamos en nuestros propios temores, ansiedad o
angustia.
-
- Cuando se nos presenta la
oportunidad de ayudar a alguien que está sufriendo mentalmente,
necesitaremos todavía más sabiduría y habilidad. Digamos por ejemplo, que
un amigo viene a nosotros contrariado porque su novia le ha rechazado.
Compasivos, le escuchamos su sufrimiento y su enojo, simpatizamos con él y
le ofrecemos palabras amables de consuelo. Pero no estaría bien pensar que
vamos a resolver el problema por él, o que nos enojemos o que nos
deprimamos tal cual él lo está. En cambio hemos de utilizar nuestra
sabiduría y nuestros medios hábiles para que pueda arreglar sus problemas.
Por ejemplo, podríamos explicarle que no sirve para nada enojarse y estar
con ganas de vengarse y que estas actitudes sólo van a aumentar su
sufrimiento. Él puede intentar arreglar las cosas con su novia, pero si ve
que es inevitable el rompimiento es mejor para él que acepte lo sucedido,
que perdone, olvide y siga adelante con su vida. Durante nuestra conversación
debemos tratar de estar calmados, mostrarle nuestro interés escuchándole
con atención, evitar darle sermones o consejos no pedidos y pensar con
claridad cual es la mejor forma para ayudarle a que él encuentre la mejor
solución para su problema. Si así podemos balancear compasión con sabiduría
se sentirá mejor y podremos salir de allí sin llevar a cuestas su
problema.
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- Es más fácil que
sintamos compasión hacia unos que hacia otros. Esto se debe sólo a que
nuestra idea de cómo sufren los seres es limitada. Por ejemplo, sentimos
compasión natural al ver un mendigo o a una persona incapacitada pero si a
quien vemos es a una señora muy bien vestida manejando un Mercedes lo que
seguramente sentiremos será envidia y no-compasión. Esto sucede porque no
nos damos cuenta que ella también sufre. En el ámbito físico ella tiene
un cuerpo que experimenta hambre, sed, calor, frío y cansancio; ella se
enferma, envejece y algún día morirá. En el ámbito mental es probable
que tenga más sufrimiento que alguien que es pobre. Tiene que preocuparse
por como mantener su dinero, su posición y su encantadora imagen. Es
posible también que tenga problemas con su marido, con su novio, con sus
padres o con otros miembros de su familia. Quizás tenga un jefe malgeniado
o empleados que no colaboran y rivales celosos tratando de hacerle daño. ¿Sería
sabio que envidiásemos a una persona así? Más aún, esta señora, como
nos pasa a todos nosotros, está atrapada en el ciclo de la muerte y el
renacimiento. La compasión desea no sólo que todo los seres se liberen del
sufrimiento sino también de las causas del mismo, es decir, el karma y las
actitudes perturbadoras que nos mantienen en este ciclo, el Sámsara.
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- Si queremos envidiar a
alguno, ¿por qué no enviar más bien a los Budas y a los Arhats que están
libres de la muerte y del renacimiento, libres de todo el sufrimiento y de
sus causas? Todos los demás tienen problemas, incluso los más ricos,
incluso los seres de los reinos celestiales más altos y por dicha razón
todos merecen nuestra compasión.
-
- La compasión hace que
dejemos de dañar a otros. Cuando vemos una cucaracha en la cocina nuestro
primer impulso será destriparla. Pero detengamos y pensemos, "este es
un ser viviente que dado su karma poco afortunado ha nacido en el cuerpo de
una cucaracha, viviendo en lugares sucios, comiendo basura y tratando de
evitar ser aplastada de un zapatazo o de ser aniquilada con un insecticida.
Ella quiere permanecer viva tanto como yo lo deseo. Además, yo podría ser
como ella en mi próxima vida". Con esta comprensión es más posible
que la dejemos vivir. Si no la queremos en nuestra cocina, atrapémosla en
una vasija y saquémosla de la casa.
-
- ¿Cómo poder sentir
compasión por alguien que nos hace daño a nosotros o que daña a alguien a
quien nosotros amamos? La compasión requiere que comprendamos la situación
en que se encuentran los demás. Nos pide que nos pongamos en los zapatos de
los otros, ¿qué está pensando?, ¿Qué está sintiendo?, ¿Qué hace que
se comporte de esa manera? Al hacerlo así, con nuestro corazón abierto,
veremos que la otra persona es infeliz, que no controla su mente sino que
está siendo dominada por sus propios engaños los que sólo le causan
sufrimiento. Esto nos ayudará a comprender que es más apropiado responder
con paciencia serena y no con ira y deseo de vengarse.
-
- Ser compasivos no
significa que tengamos que ser pasivos o débiles y decir, "sí"
siempre que nos pidan algo o que nos pidan que hagamos algo. Si sentimos que
lo que nos piden es irrazonable, que no lo podremos realizar, o si vemos que
la persona quiere utilizarnos para sus propios fines egoístas estará bien
decir "no". De igual manera estará bien que respondamos en voz
alta o que tomemos alguna acción en contra cuando nos hacen daño a
nosotros o a otros, siempre y cuando lo hagamos con compasión y no con ira
o agresión.
-
- Si pensamos que una
actitud compasiva no vengativa es un signo de debilidad, pensemos que
algunas de las grandes figuras espirituales del pasado nos mostraron lo
contrario con su ejemplo. Es el caso de Shakyamuni Buda quien con su bondad
amorosa superó las fuerzas negativas que trataban de perturbarle el día de
su iluminación. Jesucristo lleno de compasión perdonó a los hombres que
le habían torturado y asesinado. Mahatma Gandhi y sus seguidores, ganaron
la independencia de la India con actividades no violentas aún a riesgo de
ser asesinados o de ser llevados a prisión. Ellos nos mostraron con sus
actos, que enfrentar el daño y la injusticia con una no-violencia
compasiva, es mucho más noble y valiente que devolver con pelea.
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- 3.
EL GOZO INCONMENSURABLE
-
- Qué ningún ser
- sea separado del gozo
- carente de aflicción
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- El gozo inconmensurable es
desearle a todos los seres que tengan la felicidad pura no sólo en esta
vida sino también en el futuro. Deseamos que mientras estén en la
existencia cíclica tengan renacimiento en estados afortunados como humanos,
como devas (seres celestiales) o en reinos puros. Más allá de esto,
anhelamos que ellos obtengan la paz y la felicidad sublimes de la liberación,
nunca más teniendo que sufrir la muerte y el renacimiento. Para poder
obtener esto, ellos tienen necesariamente que seguir el Sendero de la
Liberación consistente en la ética, la concentración y la sabiduría. De
allí que deseemos que todos los seres aprendan, comprendan y practiquen el
Dharma, el Sendero.
-
- Gozo significa también
deleitarse con los éxitos de los demás, con sus cualidades y sus acciones
positivas. Por ejemplo, participamos de la felicidad de amigos y familiares
cuando aprueban sus exámenes, ganan competencias, son promovidos en el
trabajo o les nace un hijo. También admiramos aquellos que trabajan
fuertemente para ayudar a los demás o a quienes avanzan en su práctica
espiritual. Esta actitud se conoce como el "regocijo" y es el
mejor antídoto contra la envidia.
-
- La envidia (celos) es un
sentimiento muy doloroso que nos pone tensos y nos cierra a los demás. No
podemos estar felices cuando sentimos envidia. Por otro lado, regocijarse es
un bello sentimiento de participación con la alegría y el éxito de los
otros. Nos acerca a ellos. Mientras que los otros celebran los celos nos
destruyen, nos hacen sentirnos miserables; pueden llevarnos a actuar de
manera infantil atrayendo hacia nosotros la crítica en lugar del respeto
que buscamos.
-
- ¿Cómo podemos superar
nuestros celos? Podemos razonar con nosotros mismos pensando de la siguiente
manera: "todo lo que sucede es debido a causas y a condiciones. Si a
fulanito de tal le fue mejor en el examen o en la prueba, fue quizás porque
estaba mejor preparado o fue más disciplinado. Pudo ser también que tiene
una mayor habilidad natural lo cual se debe a karma de vidas pasadas. Él
antes debió haber creado las causas para su éxito de ahora".
-
- El karma es el causante de
las diferencias en inteligencia, belleza, salud, talento y personalidad. Si
nos hacen falta ciertas cualidades es porque fallamos al no poder
cultivarlas en vidas pasadas. Sentir envidia no cambiará nada. Pero si
podemos aceptarnos a nosotros mismos con nuestras faltas y limitaciones y
luego nos dedicamos a trabajar por el auto mejoramiento, las cosas cambiarán
para nuestro bien. De hecho, regocijarse nos ayuda para que dicho cambio se
dé. Apreciar las buenas cualidades y acciones de los otros es motivarnos a
ser como ellos. Cuando sentimos, "qué maravilloso si yo pudiese hacer
lo que él está haciendo" mentalmente nos estamos encaminando hacia
dicha dirección. Pero todavía hay más, el regocijo es una actitud
positiva que siembra semillas buenas en la mente y eso es precisamente lo
que necesitamos para ganar cualidades y éxito en el futuro.
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- 4. LA ECUANIMIDAD
INCONMENSURABLE
-
- Qué todos los seres
- vivan en la ecuanimidad,
- libres de preferencias,
- apego y enojo.
-
- La ecuanimidad es una
actitud que implica sentir un respeto y una preocupación iguales hacia cada
uno de los seres, independientemente de la relación que ellos tengan con
nosotros. Con esta oración deseamos que todos los seres desarrollen este
estado de ecuanimidad, pero hablando en términos prácticos, tenemos que
empezar por lograrlo en nosotros mismos. Esto requiere que vayamos superando
en forma gradual las tres actitudes que corren en sentido contrario a la
ecuanimidad y que son: el apego posesivo, la indiferencia que no toma en
cuenta, y el enojo y el deseo de hacer daño.
-
- Una de las mejores maneras
de superar el apego posesivo hacia los que amamos es reflexionar acerca de
la no-permanencia; todo cambia, nada permanece por siempre. Algún día la
muerte nos separará de aquellos que amamos. La separación puede darse
incluso antes de la muerte cuando por ejemplo, nos vemos forzados a irnos y
vivir en el extranjero o cuando tenemos una pelea y terminamos uno y otro
odiándonos.
-
- Entre más apegados
estemos, más dolor y tensión sufriremos cuando se dé la separación. Por
esto es sabio dejar el apego lo cual no significa dejar de amar! Podemos
amar a las personas sin estar apegados a ellas, si vivimos con la conciencia
de nuestra inevitable separación. Podemos quererles y cuidarles en el
presente, pero al mismo tiempo podemos estar preparados para despedirnos de
ellas cuando el momento llegue.
-
- Para superar la
indiferencia que no toma en cuenta a los extraños (aquellos que no son
nuestros amigos ni nuestros enemigos) podemos meditar en las mismas
meditaciones utilizadas para generar el gozo inconmensurable como son pensar
en la bondad de los otros. Podríamos considerarlo así: "sin los demás
no tendríamos comida, ni vestido, ni abrigo ni servicios públicos. Sin los
otros no podríamos desarrollar la ética, la generosidad, la paciencia y
las demás cualidades positivas necesarias para el crecimiento espiritual.
Sin los demás mi vida estaría vacía y carente de sentido".
-
- Es también bueno
reflexionar que el extraño no tiene que seguir siéndolo siempre. Cuando un
desconocido nos ayuda o nos rescata de un peligro se convierte en amigo para
toda la vida.
-
- Para superar la ira y el
deseo de hacer daño a los enemigos (el enemigo es alguien que nos daña o
alguien que no nos gusta) podremos reflexionar en las posibles causas y
condiciones del daño que nos están haciendo, "¿habré hecho algo
para provocarle? ¿Será algún defecto en mi personalidad que a él le
disgusta? Quizás le hice daño en mi vida pasada y ahora él me lo está
devolviendo. Tal vez su mente esté siendo dominado por los engaños y en
lugar de ayudar sólo pueda actuar de esta forma. Eso, también me pasa a mí,
luego debo comprender lo que está sintiendo. Estará sufriendo mucho y en
el futuro sufrirá aún más debido al mal karma que está creando
ahora". Pensando así podremos generar compasión y aceptar
tolerantemente a nuestros enemigos.
-
- Otra forma de desarrollar
ecuanimidad es recordarnos que nuestras relaciones actuales no durarán por
siempre. De una vida a otra vida un amigo puede volverse un enemigo, un
enemigo un amigo y un extraño cualquiera de estos dos. Incluso en esta vida
nuestras relaciones pueden dar un giro de 180 grados. Esto sucede porque
nuestras mentes están poseídas por el apego egoísta, por el enojo y por
la indiferencia en lugar de por la ecuanimidad. El darnos cuenta de esto nos
lleva a generar un fuerte deseo para que tanto nosotros como los demás
vivamos en ecuanimidad.
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- Conclusión
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- Esta ha sido una breve
explicación de cómo despertar el buen corazón utilizando los Cuatro
Pensamientos Inconmensurables: el amor, la compasión, el gozo y la
ecuanimidad. Cada uno de estos versos es corto y puede ser fácilmente
memorizado y recitado de vez en cuando en el día para que recordemos tener
buenos pensamientos hacia las personas que nos encontremos.
-
- Nuestra última palabra de
consejo es: no olvides tener bondad amorosa para contigo. Tú también eres
un ser viviente que merece y necesita amor y compasión. De hecho, no podrás
amar de verdad a los demás hasta que aprendas a amarte a ti mismo. Esto no
significa ser egoísta ni egotista. Significa ser un amigo de ti mismo,
aceptándote como eres, con tus faltas y tus limitaciones, sabiendo que
puedes cambiar y progresar.
-
- No sirve de nada odiarnos
a nosotros porque no somos de la manera que quisiésemos ser, como tampoco
sirve golpearnos la cabeza contra las paredes cada vez que cometemos un
error. Hacer esto sólo le añade más problemas a los que ya existen allí
y no nos ayuda a mejorar. Pero si tenemos un buen corazón hacia nosotros
esto alivia el dolor de los errores y las faltas, genera el espacio en el
cual podremos crecer y sienta unas buenas bases para las relaciones amorosas
con los demás.
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- Sangye Khadro
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