Cada Página de 'Acharia' es Una Enseñanza
 
©Enseñanzas
Relato Uno
 
 
 
©Una serie de Relatos escritos por Henry Binerfa Castellanos, 
[Rev. Yin Ming Shakya] desde Camagüey, Cuba. Exclusivo para 'Acharia'
 
 
 
 
El Discípulo Recuerda A Su Maestro Y A Sus Palabras.
 
Triste me he sentido... qué tonto  he sido... pensé que ella al lado mío siempre estaría, y de las enseñanzas me alejé. Ahora, recuerdo al maestro  y sus palabras, “nada es siempre lo mismo”. Lo que un volcán fue, ahora una montaña es. Pues nada de lo externo es para siempre, ya que todo queda sujeto al cambio. ¡Qué capricho el que las cosas permanezcan siempre igual! Al maestro Vuelvo arrodillado ahora mismo.
 
1. El Maestro Habla Sobre El Círculo
 
Con la impaciencia propia de un discípulo cuando encuentra un conocimiento que desconocía, se acercó el discípulo de esta historia frente a su maestro y le dijo:
 
Maestro amado hoy he despertado y la curiosidad me ha llenado; todo en círculo lo he mirado ¡Explique maestro! ¡Explique!
 
El maestro con mirada vacía respondió severamente:
 
Mí discípulo retrasado, al fin abriste tus ojos, todo en circulo se mueve, todo gira. El sol es redondo, la luna también, la tierra igual, todos los planetas en círculo son, es la ley del Universo. Se encontró la ley, más quién la hizo aún tus ojos no han visto.
 
El maestro hizo una pausa y movió sus brazos en forma de círculo prosiguiendo:
 
Aquel que agita su puño al ataque, con el círculo se calma su ira. Tu conocimiento debes imaginarlo como una circunferencia. Lo que hay dentro es lo que conoces, lo que queda afuera es lo que te falta por conocer. Mientras más aprendes  más se extiende la circunferencia y entonces, menos conoces, pues te falta mucho más por conocer.
 
Con un gesto de agradecimiento y reverencia el discípulo le hablo al maestro:
 
Gracias Maestro por esas palabras que llenan el vacío de mí ignorancia.
 
2. El Maestro, El Discípulo Y La Verdad
 
En algún lugar, en algún paraje, y en cierta ocasión no determinada en el tiempo se escucho este dialogo entre un discípulo y su maestro.
 
Maestro, que para mí, padre eres, como padre y maestro quiero que me hables.
 
El anciano maestro respondió a la vez que realizaba una reverencia marcial:
 
Maestro, padre y amigo listo espera tú pregunta.
 
Con una preocupación seria el discípulo pregunto:
 
Maestro, he perdido la verdad. Tiene diferentes nombres e historias muy parecidas ¿Pero cual de ellas es?
 
Prácticamente el maestro interrumpió y sentenció:
 
Hijo mío paciencia al mirar, mira al llano, mira a la montaña, mira de pie, mira sentado, mira acostado y lo mismo, distinto será. “Verdadero será aquel que predique la paz y el amor”. Aferrate a tú fe y adóralos a todos, por que todos pueden ser los mismos, y los mismos diferentes no son.  Solo de diferentes ángulos fueron vistos y por eso opuestas son sus versiones. “No busques la verdad fuera de ti”, de nada vale mirar lejos, si no puedes mirar cerca.
 
¿Para que indagar Maestro? ¡La verdad la empiezo a tocar! – Emocionado exclamo el discípulo, mientras advertía los ojos asiáticos de su maestro  brillar cuando miraba hacia el cielo, y a la vez descubría una sonrisa escondida en la cara inmovible del maestro.
 
3. El Discípulo Se Opone El Maestro Armoniza
 
Maestro y discípulo juntos por el camino andaban, hasta que el paso fue interrumpido por una piedra gigantesca. El maestro la vuelta dio, y a la piedra paso, pero el discípulo, aferrado a la piedra la espada le desenfundo. Al ver la acción el maestro le hablo:
 
Discípulo mío, olvida esa arma y sigue tú camino, bordea la piedra y anda conmigo.
 
Más el discípulo sus oídos cerró y a la piedra con la espada golpeó. En respuesta a la acción la piedra se agrandó. El discípulo molesto, muchas veces le golpeó, y mientras más le daba más inmensa se volvía, de tal forma que el discípulo al maestro ya no veía. Asustado, su voz en forma de grito se escucho.
 
Maestro ayúdeme...
 
¿Por qué no me escuchaste? ¿Por qué no me seguiste? A lo opuesto yo me uno, y luego me separo pero siempre manteniendo la armonía, resignado al destino, me arrojo siempre haciendo simple lo difícil y no como tú, que haces de lo difícil más difícil, si te unes al adversario, ese tú amigo será y opuesto no habrá.  Golpeaste la piedra de la discordia creando un problema mayor. Ahora camina y encuentra y sigue el sendero más largo y entonces en el pueblo me verás.
 
Gracias Maestro siempre de su virtud aprendo.
 
Largo el camino que el discípulo recorrió, pero al fin el maestro en el pueblo encontró.
 
4. Derrota Y Victoria Según el Maestro
 
El maestro encuentra a su discípulo llorando, sentado a la sombra de un viejo ciruelo. Como veloz fiera se apresura en preguntar.
 
Discípulo, mío de que te aqueja.
 
OH sabio maestro mis pertenencias he perdido, toda mi ropa, todo mi dinero.
 
El maestro no pudo contener sus risas y hasta los pájaros que cantaban se espantaron y entonces habló.
 
Hijo mío, es la primer lección cuando no tienes nada comprendes que puedes tener mucho y además el materialismo sobra porque no ha podido llenar lo espiritual. ¿Por qué lloras? La ley del Universo te acaba de quitar algo quizás para darte más. A veces perdiendo ganamos y otras veces ganando perdemos. Acoge la derrota para que vueles a la victoria.
 
Gloriosa sea su vida sabio maestro que mis lágrimas en risas convirtió.
 
5. El maestro medita
 
Bajo la falda de la montaña inerte como un objeto, sumergido en su mas profundo ser el maestro abandonaba su cuerpo en entera meditación buscando pensamientos libres.
 
¿Cómo sería  la vida sin conocimiento? ¿Cómo conocer sin vivir? ¡Mente anciana piensa y descifra! ¿Cómo existen gentes que no sepan sonreír? ¿Cómo el sida no tiene cura y existen bombas atómicas? ¡Mente anciana piensa y descifra! ¿Cómo el grande golpea al chico golpea al chico? ¿Por qué el grande no carga a los hombros al chico y así ambos ven mucho más de lo que antes podían ver? ¡Mente anciana piensa y descifra! ¿Por qué  lo material  no está bien repartido y el hombre en partes iguales divide sus pertenencias?
 
Después de tres días enteros el discípulo toca al maestro  y lo regresa a su estado normal, abandonando la meditación. El maestro le contesta al discípulo que respuestas aún no encuentra, así cien días pasen.
 
6. El error del discípulo
 
Decepcionado el discípulo a su maestro cuenta  lo que le incomoda.
 
Maestro cada paso que doy con un nuevo problema me encuentro. Con espinas a diario me tropiezo y por más que trato de evitarlas, mucho más me hiero. Maestro explique porque tantos problemas nos rodean.
 
Error cometes, hijo mío al decir problema a lo que en realidad es un reto a un obstáculo míralo así para que entonces puedas vencerlo. Al hombre los males aquejan porque en la tierra ellos viven, el bien de demora en llegar porque ese del cielo y del Universo desciendan. Error grave decir esto o aquello malo por completo es, o decir bueno por completo es. Nada encierra el bien o el mal en su totalidad ya que todo lo malo algo bueno tiene. Y al final lo mismo se convierte en diferente  y lo diferente se  convierte en lo mismo. 
 
 
Viernes, 17 de octubre de 2003
 
 
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