Nuestro Amigo y Buscador de la Verdad, Leovigildo Gómez, “Leo”, desde España, hace mucho tiempo nos envió este cuento que hoy publicamos. Aquí se lo presento. El dijo:
 
¡Hola, Buenos días!
 
Aquí va un cuento chino que me parece muy explicativo y que leí una vez en una revista literaria.
 
 
"En la aldea china de Pou vivía una abuela con sus dos nietos huérfanos. Su casa estaba situada a las afueras de la aldea, en un paraje precioso rodeado de árboles centenarios.
 
Un día al atardecer envío a sus dos nietos con una carretilla a la aldea para la compra de víveres. Los dos muy contentos, por la confianza que su abuela había depositado en ellos, salieron con la bolsa del dinero andando por el sendero. Al llegar al puente vieron un pobre anciano que les preguntó a dónde iban. Les aconsejó, por lo tarde que ya era, que fueran por un atajo. Dándole las gracias se internaron por el atajo y a los pocos metros dos bandidos, hijos del pobre anciano, les robaron el dinero, la carretilla y la ropa.
 
Llenos de vergüenza, de rabia y miedo regresaron a su casa y le contaron a su abuela lo sucedido. Ésta les habló en tono sereno, los calmó, les dio de cenar, y los acostó dándoles un beso en la frente.
 
Antes de salir por la puerta del dormitorio le pregunto a uno: ¿tú Xan, qué has aprendido de esto?. Yo, abuela he aprendido que no nos podemos fiar de los viejos porque siempre nos engañan.
 
Sonriéndole le dijo: te equivocas, yo soy una anciana y jamás te he engañado.
 
Mirando al otro nieto repitió la pregunta: ¿y tú Pu, que has aprendido?. Yo, abuela he aprendido a esperar lo inesperado
 
Buena respuesta, dijo, y mirándolos con profundo amor, les sonrió, les sopló un beso, apagó la candela de la chimenea y cerró la puerta."
 
 
Nota: Gracias Leovigildo, por la moraleja.
 
 
Queridos Amigos y Visitantes de nuestra Página Web ACHARIA, buscadores de la Verdad: 
 
Es un deber y un trabajo diario esperar lo inesperado, o lo que es lo mismo, estar alertas o conscientes en todos los planos, físico, mental y vital; para así poder comprender lo que ocurre, primero a nuestro alrededor, en nuestro ambiente, ayudándonos a nosotros mismos, y más tarde ampliar nuestro campo de entendimiento para ayudar a otros. Es  la Atención Correcta. Esta etapa del Camino Noble es la culminación del proceso intelectivo y la unión que conecta con el proceso intuitivo. La meta a ser alcanzada es el establecer en uno, el hábito de mirar  todas las cosas en su significado e importancia verdaderas y reales, en lugar de discriminar por las apariencias y las relaciones. Esto es completamente diferente y es un avance de las reacciones instintivas de la supervivencia o la voluntad de vivir, para disfrutar y propagar. También es completamente diferente y un avance ulterior, más allá del hábito de considerar las cosas por sus diferencias y relaciones. Los sentidos pueden darle a uno sensaciones y percepciones que la mente baja une, nombra y discrimina, pero ellos tienen poco valor verdadero. Las cosas parecen reales pero ellas no lo son, ellas parecen buenas y malas, grandes y pequeñas, correctas e incorrectas, pero ellas no lo son. Ellas frecuentemente parecen necesarias, pero no lo son. Esta corriente conscientemente discriminatoria de apariencias es sólo la alimentación para que la mente intelectual superior digiera y asimile, con lo cual haciéndolo, lo capacita a uno a discernir con más exactitud la realidad o la falsedad de esas primeras impresiones. Pero las conclusiones de la mente intelectual no son finales porque ella solamente puede llegar al conocimiento de las relaciones de las cosas que pensamos son verdaderas. Si uno debe lograr un estado de alerta intermedio de la Verdad, uno debe también trascender la mente intelectual. Sin embargo, para hacer un uso superior y mucho mejor de la mente intelectual, es necesario primero practicar la “Memoria Alerta”, que es la Séptima Etapa en el Camino Noble. La Séptima Etapa usualmente se traduce como “Etapa Alerta o Consciente”. Consiste en recordar y meditar sobre las conclusiones de la mente intelectual, buscando entender su verdadero significado e importancia.
 
 
Deseándoles la Paz Divina,
Rev. Hortensia De la Torre [Yin Zhi Shakya]
 
 
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