Pregunta por S.W. – El hecho es que hoy día mucha gente no cree en la religión porque ella ha estado demasiado ligada al poder temporal y, a veces equivocó el camino. En ese caso, ¿debemos culpar a la religión o a las personas que la usaron con propósitos negativos?
Respuesta por el Dalai Lama – Empecemos por la segunda parte. Personas erróneas usan la religión de una manera errónea. Como resultado de ello, desafortunadamente, la religión en sí contribuye a mayores luchas y a mayores divisiones. El problema no radica en la religión, sino en la mente humana. Los practicantes sinceros – no importa la religión a la que pertenecen – muestran cualidades humanas interiores: simplicidad, constancia, contentamiento, y compasión. Eso significa que las diferentes religiones poseen la capacidad para fomentar tales seres.
- En lo que atañe a la primera parte de su pregunta – el abandono de la religión debido a su alianza con el poder temporal – creo que la evidencia histórica exhibe lo contrario: ha sido la política la que ha intentado destruir la religión, y ha fracasado. Ningún gobierno ha protegido a la religión. Si usted toma a la religión como una institución, como una organización, como una costumbre, sin esencia real, entonces, con el paso del tiempo, perderá su valor. En ese caso, pese a lo que un gobierno pueda tratar de protegerla, no tendrá éxito. Por otra parte, religiones esenciales, que contemplan el sufrimiento, perdurarán mientras perdure el dolor humano. ¿Usted que piensa?
Cuando S.W. le pregunta al Dalai Lama al final del libro si quiere agregar algo más, el dice:
- Sí, si una persona quiere poner a prueba cualquier religión, debe praticar sus consejos. Así podrá descubrir su verdadero valor. Si la religión perdura sólo como un conocimiento, puede no producir ningún beneficio concreto. Otra cosa: es muy importante la armonía entre las distintas religiones. Es mejor pensar 'qué puede aportarle mi tradición a la humanidad' antes de elucubrar de què forma puedo difundir mis propias ideas. En este fin de siglo enfrentamos todos un gran compromiso para el futuro de la Humanidad y es necesario desenvolver el genuino sentido de la responsabilidad universal.