Había un hombre rico que invitaba a todos los Brahmanes del vecindario a su casa, entregándoles regalos costosos y ofreciendo grandes sacrificios a los dioses.
Pero el Bendito dijo - Si un hombre cada mes repite mil sacrificios y suministra ofrendas sin cesar, no es igual a aquel que por un momento fija su mente en la rectitud.
- El Buda continuó - Hay cuatro clases de ofrendas:
Primero, cuando los regalos son grandes y el mérito es pequeño.
Segundo, cuando los regalos son pequeños y el mérito es pequeño.
Tercero, cuando los regalos son pequeños y el mérito es grande.
Y por último, la cuarta clase, cuando los regalos son grandes y el mérito es grande también.
El primero, es el caso del hombre ilusivo que toma la vida con el propósito de hacer sacrificio a los dioses, acompañados de banquetes y festejos. Aquí los regalos son grandes, pero definitivamente el mérito es pequeño.
En el segundo caso, los regalos son pequeños y el mérito también es pequeño, cuando desde un corazón codicioso y diabólico un hombre se guarda para él mismo una parte de lo que intenta ofrecer.
Sin embargo, en el tercer caso, cuando el mérito es grande mientras que el regalo es pequeño, es cuando un hombre hace su ofrenda desde amor y con un deseo de crecer en sabiduría y bondad.
Y por ultimo, cuando el regalo es grande y el mérito es grande, es cuando un hombre opulento, en un espíritu inegoísta y con la sabiduría de un Buda, da donaciones y funda instituciones, por el bien de la humanidad, para iluminar las mentes de sus hermanos y para disponer de sus necesidades.