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Honorable del Mundo, también habló muchas veces acerca del Maestro
Desconocido (desconocido porque todavía no hemos podido percibirlo). Acuérdense
que 'Ver' es el propósito de la vida. Y es por esa empresa por la que
tenemos que trabajar diariamente en el cultivo, desarrollo y despertar de
nuestro Buda Interno. Aquí les he traducido un pequeño relato que se le
atribuye al Honorable del Mundo:
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El
Maestro Desconocido
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El
Bendito le dijo a Ananda: Oh Ananda, hay varias clases de asambleas;
asambleas de nobles, de Brahmanes, de familias, de bhikkhus, y de otros
seres. Cuando yo he entrado en una asamblea, siempre me he convertido, antes
de sentarme, al mismo color y voz que la de mi audiencia. Le he hablado a
ellos en su lenguaje y entonces, en el discurso religioso, les he instruidos
pronta y gozosamente.
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- Mi doctrina es como el océano, teniendo las mismas ocho cualidades
maravillosas de él. Ambos, el océano y mi doctrina, gradualmente llegan a
ser profundos. Ambos preservan su identidad bajo todos los cambios. Ambos
arrojan los cuerpos muertos hacia la tierra seca. Al igual que los grandes ríos
cuando desembocan a la mar pierden su nombre y desde ese momento se les
reconocen como el gran océano, así mismo todas las castas, habiendo
renunciado a su linaje y entrado en la Sangha, llegan a ser hermanos y son
reconocidos como hijos de Shakyamuni. El océano es la meta de todos las
corrientes y de la lluvia que cae de las nubes; sin embargo, nunca se
desborda y nunca se vacía: así el Dharma es abrazado por millones de
personas y sin embargo ni aumenta ni disminuye. Al igual que el gran océano
tiene solamente un sabor, el sabor de la sal, así mi doctrina tiene
solamente un sabor, el sabor de la emancipación. Ambos, el océano y el
Dharma están llenos de gemas, perlas y joyas, ambos proporcionan un habitad
para los seres poderosos. Hay ocho cualidades maravillosas en las que mi
doctrina se asemeja al océano.
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- Mi doctrina es pura y no hace discriminación entre el noble y el innoble
ni el rico ni el pobre. Mi doctrina es como el agua que limpia todo sin
distinción. Mi doctrina es como el fuego que consume todas las cosas,
grandes y pequeñas, que existen entre el cielo y la tierra. Mi doctrina es
como los cielos, porque hay espacio amplio en ella para la recepción de
todos; para hombres y mujeres, niños y niñas, poderosos y humildes.
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- Pero cuando hablé, no me conocieron y dijeron - ¿Quién puede ser éste
que habla, un hombre o un dios? Entonces, habiéndolos instruido pronta y
gozosamente con el discurso religioso, me desvanecí. Pero ellos no me
reconocieron incluso al desvanecerme.
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Todos
tenemos nuestro Yo Búdico. Él Maestro Desconocido que poco a poco se da a
conocer con su voz persistente para despertarnos e iluminarnos.
Es nuestra
tarea dejarlo surgir, escucharlo y seguirlo. Ese maestro, no necesariamente
llega como una voz interna, podemos percibirlo de muchas formas. Puede ser
una voz interna, un amigo que nos habla, un libro que leemos, una página de
la Internet que bajamos a nuestra ordenadora, una intuición, un sacerdote,
etc. Hay muchas manera de percibir al 'Maestro'.
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- Si
como dice Krishnamurti no lo escuchamos o prestamos atención, no
practicamos lo que aconseja, no atendemos cada palabra y nos fijamos en cada
insinuación; si no advertimos su indicación, su enseñanza queda perdida
para siempre... porque Él, no las repite. Se desvanecerá como en el relato
del Honorable del Mundo y si no ponemos nuestra atención plena, ni siquiera
lo reconoceremos.
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- Es
en la meditación principalmente en donde nos ponemos en contacto con Él.
Cuando el contacto está hecho es mucho más fácil reconocerlo al
escucharlo y sentirlo. No lo dejemos pasar, porque quizás, en esta vida, no
volvamos a encontrarnos con Él... y continuemos encerrados en la cárcel de
la Ignorancia que el ego nos ha impuesto.
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- "OM
GATE GATE PARAGATE PARASAMGATE BODHI SVAHA"
"(Vamos, vamos, vamos más allá, vamos a la otra orilla, ¡Iluminación!
¡Gozo!)"
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- Rev.
Yin Zhi Shakya, OHY
- Domingo,
12 de enero de 2003
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